Sueños que cobran cierta realidad cuando el protagonista se despierta, sueños que evitan la perdición del protagonista. Las mujeres como objetos de la perdición del hombre o de otras mujeres, las corrompidas, las santas y las que corrompen. El siglo XIX en Rusia: relatos góticos, mucho romanticismo, la falta de fe, las leyendas, las consecuencias de caer en el pecado, la mitología, relatos que preparan el terreno para la ciencia ficción. El libro, además de ser una antología de autores fantásticos no muy conocidos, es un paseo por la religión y los ritos paganos que convivían en la Rusia de 1800. Algo llamativo: los nobles suelen ser austeros, algunos señores hasta realizan sacrificios por sus siervos. Los nuevos ricos por el contrario, lograron su riqueza por medio de la corrupción (los malos de Odóievski lograron así su posición), la magia o los pactos infernales. Se ve que en la Rusia zarista al ascenso social le faltaba ese aura de la estirpe. Pogorel
Definitivamente no lo sería.
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